La delegación fronteriza para el Mundial del 42

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por Roberto “Beto” Araújo

El Frontera Verde,
el equipo binacional que quiso pero no fue…

 

Recuerdo que cierta vez, mientras discutíamos sobre los orígenes vetustos de mi Frontera y su más remoto ancestro, aquel mítico “Frontera Verde”, del que se hablaba mucho pero se  sabía muy poco, durante una de aquellas tertulias palaciegas, en las que solían culminar las reuniones de la Liga de Fútbol, cuando la Liga era más Liga y los dirigentes eran más dirigentes,  tertulias aquellas que perforaban las madrugadas, en la sede de algún equipo afiliado anfitrión que se prestaba. Rescato de la memoria la alocución de don Elbio Cardozo, que en la ocasión se explayó hablando sobre el mítico episodio “del Frontera Verde”, aquel fugaz equipo que apareciera y desapareciera en los albores de la década del cuarenta, dejando en su breve existencia una larga estela de leyenda y fábula, que con la niebla del tiempo fue haciendo nido en el reino de la proeza mitológica, donde la tinta rigurosa de la historia tiene su ingreso vedado y prohibido.

Según la versión autorizada de don Elbio Cardozo, Secretario Administrativo de la Liga desde tiempos inmemoriales, el referido Frontera Verde no fue más que una intentona, algo así como un experimento, un ensayo preparatorio en aras de acomodar al equipo que habría de representar al combinado internacional de la Frontera Rivera-Livramento, aquel que en representación de Brasil-Uruguay  habría de concurrir “al Mundial de La Patagonia”, que se habría de realizar en el extremo sur argentino en el año 1942, cuando el mundo se desangraba en la Segunda Guerra Mundial.

Como ya es hartamente sabido, debido  a la conflagración mundial, la FIFA había decidido  suspender los mundiales del 42 y luego del 46, volviéndose a disputar nuevamente en el 50, donde como es ya muy sabido, la celeste dio el batacazo en el Maracaná, con todo aquello del Negro Jefe y los de afuera son de palo y todo lo demás que ya sabemos de memoria.

Pero lo que poco se sabe, pues hace muy poco salió a luz, es que pese a que oficialmente el Mundial se suspendió en el  42, ese que debiera de jugarse en la Argentina, allá en los confines entre la cordillera y la Patagonia, un magnate alemán que residía por esos desiertos resolvió, por cuenta y orden, organizar un evento sustituto, que habría de llenar el vacío dejado por el organismo rector del fútbol mundial y créanlo o no, la copa de proporciones universales se llevó a cabo.

Los detalles de la misma ya son de conocimiento mundial, pues incluso hay un documental que ha sido vastamente premiado por el mundo entero, que se ya se puede ver y degustar por parte en las redes sociales, además de libros y publicaciones diversas y todo lo que se quiera al respecto; pero lo que no se sabe, es que entre los invitados a concurrir para honrar los campos inmaculados de la Patagonia, estaban los representantes del fútbol fronterizo.

Y el convite que llegó por medio de la Federación Gaúcha de Futebol, fue asumida por el Gremio Santanense, presidida por ese entonces por el archi recordado Honorio Nunhes y secundado por don Areseno Bueno, quien estaba vinculado a la liga de Fútbol de Rivera y enseguida le dio manija al viejo Sapo (don Raul Evaristo Tal) y agarraron presión y resolvieron armar un equipo binacional para ir al mentado Mundial.

Fue así y de ese modo, que nace el famoso Frontera Verde, que años más tarde daría origen al Frontera Rojo de la Cuaró.

Según pude escuchar por boca del único testigo vivo de aquella olvidada epopeya, Don Elbio Cardozo, a quien aún muy joven se le encomendó la misión de escribiente gestionante de la documentación pertinente, del papeleo habilitante de los deportistas, la base del equipo era la del plantel del Gremio Santanense, Campeón Gaúcho del 37 y vice campeón del 39, aunque tenía el refuerzo de figuras prominentes del fútbol riverense , entre los que se destacaban Laxixa, el Negro Lanoche, quien por entonces aún era muy joven, pero que debutaría como lateral en el seleccionado binacional que nos habría de representar en el mundial de la Patagonia.

Y así pertrechados, partieron al fin fardados por un equipo con casaca verde, medio como para armonizar entre el celeste oriental y el verde amarelo brasuca, con la ilusión de defender el honor del fútbol fronterizo en los helados campos de la Patagonia argentina. Partieron por lo menos con ese destino, aunque en verdad jamás llegaron, pues según afirmaba don Elbio, cuando nos narraba lo acontecido, el viaje fue una auténtica odisea. Según su relato, fueron en tren hasta Paysandú, después pasaron en balsa a Entre Ríos, después agarraron un ómnibus que los llevaría al sur, pero  perdieron el camino y acabaron en Curicó Chile.

Y por allá tuvieron que pasar el invierno, esperando que el Paso de la Cordillera se “desentupiera” de nieve.

Cuando volvieron, seis meses después, no eran pocos los que ya los habían dado por muertos, habían perdido el Mundial y más de uno había perdido el laburo y hasta la mujer.

Así acabó la experiencia mundialista de la delegación binacional que pretendió unir a dos naciones en una sola casaca y que al final terminó pariendo una idea que con los años cuajaría en una institución que aún hoy pelea, con la ilusión de hacerse notar en la escena nacional e internacional.

Yo que sé, todo esto lo escuché por boca de mi amigo (y padrino), don Elbio Cardozo, en una ya lejana madrugada durante una palaciega tertulia de aquellas con las que solían terminar las reuniones de la Liga, cuando la Liga era más Liga y los dirigentes más dirigentes.

Pero mientras voy enhebrando recuerdos, no puedo obviar aquello que escuché por boca del Negro Lanoche cuando un “peludo” del Personal de Recaudación de la AUF le negó el ingreso a un partido de Frontera en el Paiva, lo vi reír despectivamente mientras gritaba y alardeaba “No puedo entrar, no importa, pero yo fui a Europa con el Frontera del Nenito y del Padre Silva y además fui en la selección del Mundial en la Argentina…”

Reconozco que en aquel entonces no entendí la segunda parte del alarde del negro Lanoche en relación al Mundial de Argentina, hoy la entiendo, hoy te entiendo Negro, hoy te entiendo…

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