Una historia del barrio

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por Karina Ruiz -Diaz

“La historia del barrio
le pertenece a quienes lo habitan”.


Así lo expresa en su libro
“Una historia del barrio” el autor,
quién justamente por eso,
prefiere permanecer en el anonimato,
aunque afirma que basta indagar un poco
en Jacinto Vera y aledaños,
para saber de quién se trata.

“Hay como un sentido epistemológico
atrás del pensamiento de que sea anónimo
y del carácter del libro en sí mismo.
Parte la hace que el conjunto de relatos y conceptos
no es un trabajo individualizante,
si no un producto,
procesos de un montón de trabajo colectivo,
procesos sociales que,
por haber residido en el barrio,
he vivido.
Tal vez por eso,
escribir el libro fue muy rápido,
hasta fácil,
porque fue una acumulación de relatos.”

Cuál fue el disparador?

Participar en la Biblioteca Cina Cina, del Club Victoria, en la revista El Adokin, el Mercado Popular y un montón de organizaciones que hay en el barrio, creó un hilo conductor que conectó diferentes experiencias e historias.
Relatos, vivencias, publicaciones que salían del barrio y hablar con veteranos de aquí y allá, ese mismo proceso de las organizaciones populares, fue lo que empezó a crear como un hilo conductor, que de alguna forma fue un proceso colectivo.

Dentro de este proceso colectivo, lo que es más mío es la historia económica, yo soy muy lector de historia económica, entonces, si se quiere, mi trabajo fue hacer el ordenamiento de todo ese relato y transponerlo con la historia económica del Uruguay. No fue pensado de antemano, pero el libro permite ver como la arquitectura del barrio va cambiando, la sociología, y si te detenés en cada proceso histórico, cada proceso económico, podés hoy recorrer el barrio y ver los distintos procesos contemporáneamente.

Resulta interesante como hablas de la historia del país, de hechos marcantes y la traes al barrio, contando como fue vivida por los vecinos, de lo nacional a lo local.

Algo que me parece muy lindo es el juego de poder pensar la historia desde el lugar. Generalmente nos enseñan la historia universal partiendo de lo general a lo particular y eso tiene una connotación colonialista, como que las cosas importantes le pasan a los países centrales y no a los países periféricos. Es como un juego de poder entender la historia universal desde lo particular.
Por ejemplo, la crisis del petróleo en la década del 70, acá exactamente que fue? Significó que una carpintería del barrio crece y es la fuente de empleo local más importante y después por el mismo proceso económico, quiebra. Eso es lo que la gente vivió, sintió, de ese proceso histórico.

Si bien el título del libro es “Una historia del barrio”, lo cierto es que refiere a Jacinto Vera y aledaños, una zona más que un lugar en particular. Por qué?

Esto es algo que sacamos con otros compañeros de la revista El Adokín, la idea de Jacinto Vera y aledaños. Hemos tenido pila de discusiones, qué es el barrio?, qué es aledaños?. Me ha pasado de militar con mucha gente acá en el barrio, pero que no es del barrio. Es que convivir destruye las fronteras.
En la adolescencia lo vivíamos con más fuerza, vos eras de La Comercial y yo de Jacinto Vera, construíamos esa otredad. Ahora se me ha reconfigurado todo eso, incluso tratando de entender la ciudad en grandes circuitos. Siento que hay todo un espacio histórico social que no lo definen las avenidas.
La construcción del concepto barrio va variando mucho, quién lo define? Los propios vecinos van cambiando las nomenclaturas, todo va configurando el sentido colectivo de lo que es el barrio.

Qué quisiste lograr con este libro?

Ordenar el relato colectivo que hemos ido armando. Fue como un aporte para algo más macro. Siento que con muchos compañeros hemos hecho un trabajo de folklorizar nuestras luchas, a un montón de colectivos les hemos dado nombres que tienen que ver con la historia, Panadería Vidal, El Adokin, Arroyo Quitacalzones. No teníamos en ningún lado ordenado esto, nuestras historia y nuestro sentir y me pareció que hacerlo era importante.
Capaz que también hay otra explicación un poco pretenciosa, que este libro sea parte del folklore y el folklore es anónimo por definición. Que algún día alguien lo encuentre y el sujeto no exista y si la historia del territorio en sí misma.

El libro fue editado e impreso por “Huasipungo” – Libros artesanales y puede adquirirse en la Biblioteca Cina Cina del Club Victoria (Itapebí y Joaquín Requena).

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