por Karina Ruiz – Diaz
“Yo canto desde siempre, uno siempre canta, desde niño”,
me contaba tiempo atrás Chito de Mello
en un diálogo que mantuvimos en su casa
con motivo del lanzamiento de uno de sus trabajos.
“Canto lo que siento, lo que veo y trato de transmitirlo al pueblo”.
Y es ese pueblo que lo reconoció siempre como un vocero de su “portuñol”,
de su cotidianeidad, el que hoy, aún perplejo, lamenta su partida.
Ese pueblo que adoptó como lema su frase
“porque semo de Rivera y naum podemo se achicá” y la repite con orgullo.

Porque si hay algo que tenía Chito era orgullo de sus raíces, de su lengua. ”Siempre estuve defendiendo el portuñol, desde mis primeras canciones, creo que habría que hablarlo sin problemas. No interpreten que deseo que se hable solo el portuñol, no es eso, pero debemos saber qué es el portuñol, que representa, el por qué de tal o cual palabra”, afirmaba.
“Ya ni es portuñol, es un dialecto fronterizo y acá hablamos un dialecto casi propio de Rivera. Yo digo en una de mis canciones, “Cultura casera”, que es un idioma riverense, porque hay palabras que prácticamente solo en Rivera se usan y eso es muy importante, no se puede desconocer la lengua madre”.
Cantautor y guitarrero, nació el 5 de julio de 1947 en Yaguarí, 6ª Sección del departamento de Rivera, en un hogar humilde formado por Hilda Escobar y Manuel de Mello. Defensor del dialecto fronterizo, muchos de sus temas están escritos en esta lengua, con humor, pero comprometido con las causas populares, con “el bagazo”.
“Rompidioma”, “Pa´toda la Bagacera”, “Dejá pa´mi que soy cañoto”, “Misturado”, son algunos de sus trabajos más destacados.
Su obra ha sido reconocida y difundida en variados medios, entre ellos Revista National Geographic, Radio Nacional de Buenos Aires, “La voz de Galicia”, así como en diversas escuelas, liceos y organizaciones sociales.
















Lindo homenaje al Chito, un tipo que supo plasmar en su arte la cultura de las calles de Rivera.
Gracias Karina por este recuerdo del gran Chito.