De profesión relojero

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por Karina Ruíz Díaz

Todo comenzó a los 9 años.
“Mi padre reparaba relojes,
yo me sentaba en un taburete y lo miraba.

Un día me dijo “querés aprender?”.
Le dije que sí y ahí comenzó mi romance con los relojes,
que dura hasta el día de hoy.

Así se inició el diálogo con Nilson Camean,
de profesión relojero,
con el tic tac de los relojes de fondo,
en su local de San José 848,
mientras reparaba mi reloj de pulsera Delbana,
dañado luego de una caída.

“Empecé trabajando en los despertadores, después pasé a los (relojes) pulsera y nunca terminé de aprender, porque siempre aparecen cosas nuevas, que nunca viste. Reparaciones que nunca se me habría ocurrido hacer, o sea, aplicar determinado método para arreglar algo que está roto. Por eso digo que siempre aprendés, no llega un momento en que decís me recibí, no, siempre se aprende algo nuevo.

Como viviste el pase del reloj a cuerda al digital ?

Ya promediando los 70, comenzaron a llegar los relojes a pila, marca Cassio, Orean, Citizen, relojes digitales, eran una novedad y como novedad se mantienen. Pero es sabido que el reloj mecánico cuesta el doble que un reloj de pila, estructural y mecánicamente hecho.


Están hechos para perdurar …

Estos relojes sí. Aquel, (señala un reloj de pared), es de 1670, tiene más de 300 años andando. Los relojes a pila, no sé si alguno pueda decir que van a durar 50 años. Estas cosas se heredan y hay que ir acomodándolos para que sigan viviendo.

Se puede decir que este tipo de relojes son mayormente de coleccionistas ?

Hay mucha gente a la que le gusta tener relojes y posee 15, 20, 30 relojes porque les gusta, los mantienen y quieren que sigan funcionando. Y mientras esa gente siga viviendo, yo voy a poder seguir comiendo refuerzos
(risas).

Podemos hablar de un público específico, una edad específica?. ¿A quién le gustan, quién sigue usando estos relojes hoy ?

Bueno hay gente mayor, gente adulta que se crió con ellos en la casa o iban a la casa de los abuelos y tenían el reloj y lo querían seguir manteniendo, observando que funciona. Pero también hay gente joven que tiene relojes, le gusta y poseen varios.

El reloj de pulsera que usaban nuestros abuelos ?

Sí, esos. Hay gente joven que anda con esa locura también (risas). Van, los compran, los reparan, quieren verlos funcionar.

¿ Se siguen fabricando o solo estamos usando los relojes que se hicieron antes ?

Se siguen fabricando, pero hay una cosa que para mí fue una frontera, la Segunda Guerra Mundial. En ese entonces se comenzó a usar el bronce para las vainas de las balas de los cañones, entonces, para seguir construyendo relojes, entraron a bonificar el bronce, o sea, a mezclarlo con otros materiales lo cual va en detrimento del mecanismo porque genera desgaste.
Por ejemplo un reloj de antes la Segunda Guerra Mundial, estamos hablando de 80, 90 años atrás, se ajustó una o dos veces. Un reloj de estos de los años 70-80 ya tiene dos o tres ajustes.
Entonces se valoran más. Por ejemplo, este de 1670, se ajustó una vez sola.

La nobleza de ese bronce, hoy día no se ve. Es más, he visto en relojes automáticos de pulsera, que el chasis, o sea, donde se apoyan las rueditas, es de plástico y obviamente no es lo mismo
Hay gente que va y lo compra por el modelo, por la marca de renombre y cuando vienen acá les digo, esto es una porquería ¿qué es esto que compraste? Y lo pagan cientos de dólares.

A clientes de confianza les digo que si van a comprar uno, me manden una foto y les digo si te justifica o no, porque hoy en día hay de todo.
Han hecho muchas cosas con los relojes. Por ejemplo los smart, esos que son cuadraditos, con los que salen a correr. Me han traído de esos y les digo vayan a un ingeniero en computación, acá no vengan.
Además, donde van a conseguir elementos para reponer eso. El primer problema que tienen es con la correa de goma o sintética que usan, que se corta. Viene toda una pieza ,la correa y la caja del reloj y va metido ahí, entonces no puede hacer nada, totalmente descartable eso. Pero bueno, son las modas.

Tenés un cuadro con la frase “A regatear a la feria”. Hay problemas a la hora de cobrar ?
Porque tu trabajo implica conocimiento y eso vale.

Vale, sí. Pero en eso soy medio parecido a mi padre. Mi madre vivía rezongándolo que cobraba barato.
Y sí, todo tiene un costo, pero tampoco es de comerle la cabeza a la gente.

Además hablamos de un trabajo específico, particular y por lo visto cada vez hay menos relojeros ¿no?.

Quedamos pocos, de estos quedamos pocos. Diría 30 como mucho y cada uno se especializa en algo, en cuarzo, en relojes pulsera.
En mi caso hago de todo, tengo 55 años en la profesión y es lo que sé hacer.

Alguna vez te arrepentiste de elegir esta profesión ?

Sí, varias veces, pero nunca tuve tiempo de pensarlo dos veces (risas), entonces seguí trabajando. Sí, hubiera pensado de repente hacer otra cosa, un curso de soldadura por ejemplo, pero cuando me acordé tenía 50 años y me dije no, ahora que lo voy a hacer.
Pero esto me ha enseñado mucho en cuanto a lo que es un mecanismo de la rueda más grande hasta la más chiquita y todo va sincronizado y todo tiene su operación.
Si cambiás de vuelta la rueda no te va a funcionar, si le faltan dientes tampoco. Entonces, me entretiene.

Antes de finalizar la charla, Nilson hace una puntualización sobre su trabajo.

La gente a veces se engaña en cuanto a la precisión, pero estos relojes no le envidian nada a un reloj cuarzo. Y pueden andar sin hacerte una diferencia durante años. Pero la gente se deslumbra con el modernismo, pero nos damos cuenta que lo que se hace hoy día, pocas son las cosas buenas, que duran.
Recuerdo que hace años, te comprabas un par de zapatos Bagnulo o Gallarate y los podías pagar, hoy en día sacaron tantas porquerías más baratas, que cuando das el precio de un buen zapato decís “qué caro que es”. No, es lo que vale.
Y en estos relojes es lo mismo, hay relojes que valen miles de dólares y hay que valen 15, entonces la relación va en lo que uno quiera que le dure lo que va a comprar.

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4 Comentarios

  1. Buenos días ! Qué linda historia de vida ! Son profesiones que ya hoy se van perdiendo, lamentablemente. Gracias por compartir y permitirme evocar mi niñez, un reloj fue el mejor regalo que recibí de mis padres.

  2. Hola, leí la nota, me pareció muy interesante. Sabiduría y conocimientos que pasan de generación en generación.
    Tengo un reloj que era de mi abuelo y otro de mi abuela, obviamente no funcionan, me dió ganas de volverlos a sentir….gracias

  3. Muy bueno el artículo, hay oficios o artesanos, que gente mayor no saben que aún existen y jóvenes que no saben que existieron. Gracias

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