por Karina Ruiz Diaz
Se dice que un barrio es,
por definición,
una subdivisión de una ciudad o pueblo,
que suele tener identidad propia
y cuyos habitantes cuentan
con un sentido de pertenencia.

Y justamente esa identidad propia y sentido de pertenencia, es lo que tienen quienes viven en el barrio Jacinto Vera. Ubicado en un punto estratégico de Montevideo, rodeado por importantes avenidas, ese rincón cargado de historia, ha logrado mantenerse como un lugar donde los vecinos se conocen, se ayudan y conviven a diario.
Jacinto Vera respira historia, en sus calles de adoquines, en algún rancho de lata que aún sobrevive, en la tradición centenaria de la fogata navideña. Pocos lugares guardan tantas vivencias, anécdotas y hechos históricos como este barrio.

Poemas como el de Liber Falco, canciones como la de Roberto Darvin, transmiten la singularidad de este rinconcito de la capital, que hoy se enfrenta a la realidad de perder parte de su identidad.
En un proyecto aprobado en 2012, fecha en que se desarrollaban las obras del Shopping Nuevo Centro, ubicado en la zona, se decidió el asfaltado total de las calles de adoquines, que se inició hace algunos años y se ha retomado recientemente. Poco a poco, la identidad, la singularidad de Jacinto Vera, desaparece bajo una capa de asfalto como tantas.

Ante este hecho, un grupo de vecinos decidió movilizarse para poder rescatar al menos algunas calles, por razones de “calidad de vida, patrimonio y valor sentimental”.
Destacan la vida comunitaria y callejera del lugar, los juegos de niños en las veredas, fiestas en la plaza, la presencia de comparsas, “todas costumbres que promueven el intercambio comunitario y la apropiación legítima del espacio público por sus habitantes, además de ser una parte profunda de nuestra identidad”.
Señalan que el proceso de asfaltado ha aumentado notoriamente la cantidad y velocidad de tráfico en el barrio, haciendo que las calles se vuelvan ruidosas y peligrosas para los niños y gente mayor, empeorando su habitabilidad.

Por otra parte, subrayan que el valor patrimonial del adoquinado es importantísimo y merece ser reconocido y restaurado adecuadamente.
Se ha comenzado la recolección de firmas para apoyar la iniciativa y se están gestionando entrevistas con autoridades, a los efectos de frenar el asfaltado y preservar, al menos, algunas calles adoquinadas, que permitan evocar no solo la historia de este barrio, si no hechos de trascendencia histórica para nuestro país, como la primera Asamblea de los Orientales, ocurrida en la Panadería Vidal, ubicada en lo que hoy son las calles Lorenzo Fernández y Pedernal.
Quienes deseen firmar para apoyar esta iniciativa, pueden llamar al 094197117 para que le acerquen la papeleta o hacerlo online en el sitio https://www.change.org/p/defendamos-los-adoquines-de-jacinto-vera?source_location=search

















Preciosa nota, muestra la preocupación de les vecines y la identidad del barrio.
Arriba aconteceres!