por Karina Ruiz Diaz
Barrio Reus, Villa Muñoz o Barrio de los Judíos,
son algunos de los nombres que recibe ese rincón de Montevideo,
plagado de comercios mayoristas y casas pintadas en colores diversos,
que hacen de éste un paseo obligado para locales y extranjeros.

Lo cierto es que este barrio tan popular, busca homenajear al empresario Emilio Reus, un español nacido en Madrid en 1858, quién se encargó de construir viviendas que serían destinadas a obreros y jornaleros, en un proyecto que le llevó a abarcar 66 hectáreas de terreno y dar mano de obra a 1.500 personas.

De hecho, sus trabajos en la capital uruguaya le hicieron famoso y marcaron un período en la arquitectura nacional conocido como “época de Reus”.

El barrio comenzó siendo de pequeña superficie, unas cuatro manzanas y se adjudica la peculiaridad de sus viviendas a obreros y artistas italianos.

Caminando por sus calles, comercios y puestos ambulantes mantienen la atención de visitantes y compradores, pero basta levantar la mirada para encontrar una realidad muy diferente. Entre carteles comerciales de todo tipo y tamaño, reminiscencias de arquitectura francesa, con buhardillas que recuerdan la capital parisina, son testigo del cotidiano transitar, pasando casi inadvertidas.
En medio de ese trajín incesante por Arenal Grande, la principal arteria de la zona, también se encuentran pasajes de viviendas en donde el ritmo es otro y se puede apreciar cada fachada pintada de un color diferente, así como murales decorativos.

Esta tarea fue realizada en 1992 por la Escuela Nacional de Bellas Artes, a cargo de su director, Jorge Errandonea, buscando de esa forma revitalizar una zona en franco deterioro.

El nombre popular barrio de los judíos, se debe a que una gran cantidad de comercios mayoristas que en él funcionan, tienen por dueños personas de ascendencia judía.
Lo cierto es que hoy, en éste punto de la ciudad se mezclan ofertas con historia, un importante movimiento comercial en un entorno donde el ayer se pone al día.














Aún no he tenido la oportunidad de conocer ese hermoso barrio; seguro la próxima ida a Montevideo, tendrá como objetivo conocerlo!
Siempre me emociona saber del Barrio Reus (al Norte; hubo otro -lamentablemente destruido por la dictadura-, al Sur). Ver sus imágenes me retrotrae a uno de los períodos más felices de mi vida. Explico: siendo oriundo de Rivera, y habiendo culminado mi carrera docente en mi ciudad de origen, sin embargo la mayor parte de mi carrera profesional se desarrolló en Montevideo, y durante seis recordables años, fui Director de una de las escuelas del Barrio Reus: la gloriosa Escuela 84 “Abel J. Pérez”, en Blandengues e Inca… Recuerdos conmovedores de un alumnado querible, entrañable, de una comunidad excepcional por su solidaridad, su sentido de compromiso y entrega, por su apoyo incondicional a la causa de la Educación Pública… Allí recogí amistades inolvidables entre padres, docentes, funcionarios y alumnos… Luego, las vueltas de la vida nos han llevado por caminos diferentes y hemos perdido vínculos con esa gente querida. Tal vez alguno de ellos pueda leer también el artículo sobre Barrio Reus, y de pronto estas líneas, y podamos retomar contacto y revivir viejas y entrañables vivencias compartidas… Realmente, un lindo momento de recuerdos y nostalgia, a partir de esas imágenes de la peculiar arquitectura y colorido de un barrio único… Gracias !
Excelente artículo. Me trajo gratos recuerdos. Conozco el Barrio Reus al Norte, durante años trabajé en un liceo por allí cerca, y a la vez vivía cerca del Barrios Reus al Sur, en pleno Palermo, ya desaparecido, terreno de andanzas de adolescente. Un pequeño aporte: de “Barrio Reus” surgió la denominación de “Barrio Reo”, que se extendió por ambas márgenes del Plata gracias al tango!
Mis felicitaciones a Karina por el relato
Nací y viví muchos años en el Barrio Kruger muy cercano al barrio Reus
Mis cuatro hijos concurrieron a la Escuela 84 Abel J. Pérez
El proyecto y el embellecimiento de las fachadas realizado por la Escuela Nacional de Bellas Artes ha sido fantástico